Thursday, July 16, 2020

Fotos


Descripción objetiva
Una de las cosas que no cambia es la casita de la esquina. Siempre igual, nunca cambia. Esos techos verdes y empinados son ideales para la nieve, aunque acá no nieva. Contrastan con los ladrillos anaranjados. Adentro seguramente está la señora, con su hija de mi edad, y un nene más chico. También tienen una perra, ovejera alemana y negra, que no deja de ladrar en toda la noche, y no se pone muy contenta cuando ve a la gente pasar.
Descripción subjetiva
Esa Kangoo gris de la esquina es de mi tía. En realidad no sé si es una Kangoo, para mí son todas iguales. Ese dibujito que tiene atrás es de una posada, la posada de mi tía, donde pasaba las tardes de verano acompañando a mi mamá en el trabajo, conversando con turistas, jugando con el gato. No me gusta mucho viajar en la Kangoo. A veces la usan mis primos, veterinarios, y tiene olor a campo mezclado con desodorante de ambientes. Me hace doler la cabeza.

Notas de lectura


El cuento de navidad de Auggie Wren  
Me gusta la perspectiva desde la cual está contada la historia, creo que los pensamientos del narrador escritos con sus propias palabras la enriquecen mucho. Es corto y avanza rápido pero creo que está bien escrito, me gusta el ritmo y no cambiaría nada.
Smoke
Nuevamente me gustó, aunque no tanto como el relato. Entiendo la necesidad de agregar personajes e historias, de otra manera la película sería demasiado corta, pero creo que se desvían demasiado del tema principal. Me llama la atención que, como dice el cuento, Auggie es un nombre inventado para evitar “dañar la reputación” del personaje, sin embargo, en la película también se presenta como Auggie, lo cual supongo que significa que estamos mirando (de nuevo) desde la perspectiva de Paul. Hubiera sido interesante escuchar la voz de Paul narrando la historia.

Tuesday, July 14, 2020

Hesperidina


Era un domingo de julio, a las once de la noche. Celia estaba de visita en la casa de su tío Rubén, solamente por dos semanas. Todos los años se permitía una escapadita de la rutina para pasar tiempo con su familia santafesina. La señora y las nenas estaban durmiendo, solamente estaban ellos dos en el living. Celia apretó tantas veces el botón para cambiar de canal que se le cansó el dedo y se dio por vencida.
No hay nada para ver en la tele —declaró, acompañando el comentario con un breve suspiro, y dejó el control remoto en el sillón. Se dio la vuelta para ver lo que estaba haciendo su tío, quien se encontraba llenando un vaso con un licor de color anaranjado—. ¿Qué es eso?
¿Querés probar? —respondió Rubén, sin contestar aún su pregunta.
La joven no tardó mucho en levantarse de donde estaba para darle una oportunidad al trago. Arrugó la nariz después de beber, claramente no le había fascinado.
Es amargo —critica.
Bueno, está hecho con naranjas amargas… —explica el mayor mientras observa la botella. Por un segundo siente que se transporta décadas atrás, a cuando “los tiempos eran mejores”, como él siempre decía, y se sentaba con su abuelo junto al fuego todas las tardecitas de invierno mientras este tomaba Hesperidina, y este recuerdo le provoca una sonrisa.
Celia no tardó mucho en reconocer esa expresión: se venía una de las famosas historias de su tío, así que se sentó junto a él, al lado de la barra de licores, preparando los oídos para la charla que se venía.
Cuando yo era muy chico mi abuelo me contó esta historia, que para mí es muy interesante, y ¿quién sabe? Quizás algún día se la vas a contar a tus hijos —empezó a decir (y esto efectivamente iba a suceder, pero no nos adelantemos)—.  Todo comenzó una mañana de octubre del año 1864, ¡qué época! Cuando los vecinos de Buenos Aires se despertaron y vieron toda la ciudad pintada de naranja, con carteles que decían “se viene Hesperidina”.  Imaginate vos la emoción de esta gente, porque en ese tiempo serían unos cien mil habitantes nomás, y estas cosas no eran muy comunes. Antes de la gran revelación, todos estaban especulando teorías de qué podía ser esta cosa que se venía… no fue hasta el 24 de diciembre que salió un artículo en el diario local, anunciando el inicio de la comercialización de esta bebida. A pesar de todas las expectativas, nadie sabía que esta iba a tener el monstruoso éxito que tuvo, y menos que se iba a convertir en la primera marca registrada de la Argentina, pero esperá, me estoy adelantando.
Rubén hizo una breve pausa para rellenar su vaso. Se lo ofreció una vez más a su sobrina, pero esta negó con la cabeza.
¿Te imaginas la cantidad de demanda que tuvieron? Además, no sólo se utilizaba como bebida alcohólica, era un digestivo, un producto farmacéutico. Y con la guerra del Paraguay, ¡uf! Hasta eso les sirvió comercialmente. Y encima, fue la primera bebida aprobada socialmente para que las mujeres consumieran en público, porque viste que en esa época no se concebía que estén tomando alcohol fuera de sus casas.
Celia rodó los ojos ante aquel comentario.
Cuestión que el creador de todo esto fue Bagley, que seguro lo conoces. Él se vino de Estados Unidos a Buenos Aires de muy joven, y trabajó en una farmacia que se llamaba “La Estrella”, que todavía existe, y bueno, al cabo de unos años creó la fórmula de la Hesperidina. Pero eso no es todo, con tanto éxito comenzaron a llegar problemas…
Ambos se distrajeron con la fuerte brisa que inundó la sala. El ruido comenzaba a dificultar la historia, sin mencionar el frío tan cruel de esa noche invernal. Rubén se puso de pie y se dirijo a la ventana, que siempre quedaba mal cerrada si no conocías el truquito para trabarla, como decía él. Tuvo que empujarla con fuerza ya que el viento parecía estar determinado a entrar, hasta que finalmente logró poner la traba. Volvió al lugar junto a su sobrina mientras se frotaba las manos para calentarse.
Ahora sí, ¿qué te estaba diciendo?
Que hubo problemas.
Ah, sí, bueno, te podes imaginar que cuando un producto tiene tanto éxito, la gente va a querer aprovecharse, entonces empezaron las imitaciones. Bagley empezó toda una lucha para que se sancionaran las leyes de marca en Argentina, se decía que era muy amigo del presidente Nicolás Avellaneda. Y lo logró, en el ’76 Hesperidina se convirtió en la primera marca registrada del país. Pero no sólo hizo eso, también mandaba a hacer las etiquetas a Estados Unidos, a la empresa que hacía los dólares, para que la gente pueda identificar las botellas originales de las imitaciones. Además, dividió la fórmula en dos partes: dos personas eran responsables de cada una de ellas, y ninguna conocía a la otra. La compra de los ingredientes era toda una misión incógnita: siempre en efectivo, sin factura, en distinta época, con distinta ropa, sin hablar con nadie.
Esto último le causó gracia a Celia, y veinte años más tarde le seguía pareciendo gracioso.
¡Parece una película de espías! —comentó la hija menor de Celia, que estaba disfrutando de la historia justo como ella la había disfrutado alguna vez.
¿Viste que sí? Y eso no es todo, dice la leyenda que estas dos personas se hicieron muy amigas, pero nunca, jamás, jamás de los jamases, se revelaron la otra parte de la fórmula.
Mientras concluía el cuento, una brisa de viento entró por la ventana. Por un segundo, sintió que se transportaba décadas atrás, cuando los tiempos eran mejores, cuando su tío le contaba esta historia una noche de invierno en su casita de Santa Fe, y este recuerdo le provoca una sonrisa.

Teóricos


Anoté algunas cosas de los teóricos “Tiempo” y “Distancia Narrativa” que me llamaron la atención.
Tiempo: utilizaría anacronías: flashbacks del pasado (analepsis)  y quizás algunas “visiones” o pistas de lo que viene en el futuro (prolepsis). Jugaría con la velocidad de la historia: aceleraría en las partes que son menos relevantes para la trama principal (sumario o elipsis) y amenoraría la velocidad en las partes cruciales de la historia (pausa).
Distancia narrativa: me gusta la idea de contar la misma historia desde distintas perspectivas. Usaría la técnica narrativa que nos enseñan usando de ejemplo “La salvación”, de Adolfo Bioy Casares, en la cual varía la distancia narrativa dentro del mismo texto.

Sunday, July 12, 2020

En el bosque


Los testimonios de los protagonistas del crimen coinciden hasta cierto punto de la historia, y luego toman caminos diferentes. Se me hace difícil elegir a quién creer. El que menos me convence es el del hombre que fue asesinado, no sólo por ser un espíritu, pero porque podría haber alterado los hechos para quedar bien. El ladrón y la mujer, sin embargo, ¿por qué mentirían? Ambos salen perdiendo si tenemos en cuenta sus historias, ambos admiten ser culpables de homicidio. Los dos dijeron que la otra persona había escapado antes del asesinato, pero, suponiendo que uno está diciendo la verdad, ¿cómo sabría el otro que la herida mortal había sido en el pecho? Básicamente, todos tienen algo de mentira y algo de verdad en sus versiones.

Relato oral: análisis


Personalmente, clasificaría el género del relato que presenté días atrás como histórico, ya que describe sucesos que acontecieron casi dos siglos atrás en nuestro país. El narrador trabaja mayormente con la tercera persona, pero también hace algunos comentarios usando la primera y segunda persona. Interviene en la historia para dar su propia opinión en varias ocasiones, e interactúa con el narratario más de una vez. Habla de forma calma y paciente, aunque aumenta su entusiasmo en ciertas partes para dar más énfasis a lo que está contando. Puede notarse nostalgia en su voz cuando se refiere a épocas anteriores que considera “mejores”, más exitosas. Repite mucho el “bueno”, “te imaginas” o “imagínate”, “de hecho”, y suele hacer pausas al hablar.
Línea de tiempo
Los hechos históricos no son narrados exactamente en el orden en que sucedieron. Comienza con el dato de que la Hesperidina fue la primera marca registrada en la Argentina, pero después vuelve al principio, años antes de que eso sucediese. Termina con una breve explicación del rol que cumple la Hesperidina en la actualidad y una reflexión nostálgica acerca de aquellas épocas de grandes emprendimientos en nuestro país. A continuación se presentan los hechos en el orden históricamente correcto.

Wednesday, July 8, 2020

Pulp Fiction


Esta película se divide en tres partes, cada una con su respectivo protagonista, las cuales no suceden en orden cronológico. Vemos la historia desde la tercera persona, y tenemos acceso a todo lo que los personajes dicen y hacen, mas no lo que piensan y sienten. Hay un prólogo que incluye a una pareja de ladrones conversando en un restaurante, y planeando su próximo ataque.
El personaje principal de la primera parte es Vincent Vega, un criminal que junto a su compañero Jules se dedica a hacer el trabajo sucio de su jefe, Marsellus Wallace. Se puede notar un salto de tiempo entre la misión de Vincent y Jules para recuperar un maletín robado y la escena posterior, donde se encuentran con su jefe en un bar, ya que hicieron un cambio de ropa sin explicación (por ahora). Esa misma noche, Vincent, por órdenes de Marsellus, le hace compañía a su esposa, Mia Wallace. A pesar de haber tratado toda la noche de no hacer nada que pudiera causarle problemas con su jefe, termina teniendo que salvar a Mia de la muerte por sobredosis.
La segunda parte comienza con un recuerdo de la infancia de Butch, un boxeador que hizo una pequeña aparición en la primera parte, la cual nos ayudó a entender el contexto de su historia. Él había hecho un trato con Wallace para perder una pelea a cambio de dinero, pero claramente tenía otras intenciones, ya que no sólo ganó la pelea sino que terminó matando a su contrincante. En una de sus aventuras para escaparse de Wallace y el resto de los mafiosos, se encuentra con Vincent y lo mata. Sin embargo, luego de todos los problemas que causó, Wallace termina perdonándole la vida por haberlo salvado en una violenta escena de abuso sexual.
Una vez más volvemos al ¿pasado? ¿Futuro? En la tercera parte de la historia. El protagonista aquí es Jules Winnfield, antes mencionado como el compañero de Vincent. Volviendo a la escena de su misión en la primera parte, nos muestran todos los problemas con los que tuvieron que lidiar cuando se fueron de esa casa. Cuando accidentalmente (según él), Vincent mata a su informante, esconden el cuerpo en la casa de Jimmy, un amigo de Jules, ya que no podían estar en plena ciudad cubiertos de sangre. Con ayuda de otro de los contactos de Wallace, se limpian lo más rápido posible (lo que explica el cambio de vestimenta mencionado al principio) y arreglan el auto para poder salir de esa situación.
En el epílogo, las partes terminan de encajar: el restaurante a donde Jules y Vincent van a desayunar es el mismo en el que están los dos ladrones mencionados anteriormente. Mientras Vincent está en el baño, Yolanda y “Ringo”, como lo apoda Jules, sacan sus armas para obligar a todos los clientes a entregar sus billeteras. Cuando notan el maletín de Jules, le demandan que lo entregue, pero después de todo lo que sucedió en esa mañana él no está dispuesto a hacer eso. Después de que él mismo sacara su arma y una intensa negociación, terminaron quedándose con el maletín y yéndose del lugar.
En realidad, el orden cronológico de los hechos es el siguiente (los números muestran el orden de la película):
Infancia de Butch. (5)
Vincent y Jules van a recuperar el maletín. (2)
Vincent y Jules esconden un cuerpo. (9)
Vincent y Jules van a un restaurante. (10)
Sucede el robo. (1 y 11)
Vincent y Jules van al bar donde Butch estaba negociando con Wallace. (3)
Vincent tiene una salida con Mia. (4)
Butch gana la pelea que tenía que perder. (6)
Butch mata a Vincent. (7)
Después de una larga persecución, Wallace perdona a Butch. (8)
Me parece interesante que al principio de la película nos advierten que va a ser bastante desordenada y sin forma, cuando muestran el significado de “Pulp”.


Monday, July 6, 2020

Historia de la Hesperidina


Les presento a mi tío Rubén. Él vive en Santa Fe y yo en Entre Ríos, por lo cual nos tuvimos que comunicar mediante audios de Whatsapp. Pido mil disculpas por el viento que se escucha de fondo, agregué subtítulos para que puedan entender todo.